EL MUNDO

4 mayo 2017

 

Claves para adelgazar según tu edad

Natalia Ageitos

 

Todos sabemos que los excesos no se asimilan igual a los 20 que a los 50 años, por ello la alimentación debe adecuarse a las necesidades y a la capacidad de repuesta de nuestro organismo. Y es que si seguimos una dieta adecuada podemos favorecer la pérdida de peso, en cada una de las décadas de nuestra vida adulta, sin poner en riesgo nuestra salud.

 

A los 20…

A esta edad nuestro cuerpo necesita una buena cantidad de minerales y proteínas para el desarrollo de la masa muscular. Entre los alimentos imprescindibles se encuentran pescados, carnes rojas, frutas, legumbres y lácteos, preferiblemente desnatados. Las pizzas o hamburguesas, tan socorridas en esta etapa vital, deben limitarse a una vez por semana. Por el contrario, los desayunos deben ser completos.

 

A los 30…

Por lo general, el metabolismo es rápido en la década de los 20, pero se ralentiza un 5% en cada década que pasa. Por ello, llegada la treintena, debemos llevar a cabo una dieta rica en nutrientes pero baja en calorías, además de ingerir suficientes proteínas, ya que son fundamentales para aumentar la firmeza de los tejidos y para evitar el estreñimiento. También es recomendable, tanto en esta década como en la venidera, realizar una dieta depurativa de un día una vez al mes. Tiene un efecto drenante, antioxidante y antiedad.

 

A los 40…

Los cambios hormonales y la retención de líquidos son habituales a esta edad, por lo que es frecuente que se gane algún kilo de más. Para contrarrestar este efecto, se recomienda reducir la sal en las comidas y aumentar el consumo de frutas y verduras. Los alimentos integrales y las proteínas también son grandes aliadas para perder peso mientras que, por el contrario, hay que tener especial cuidado con el consumo de carbohidratos.

 

A los 50…

Comienza una etapa en la que el metabolismo se hace más lento y en consecuencia perder peso se convierte en una ardua tarea. Además, en el caso de las mujeres, los cambios hormonales dificultan este objetivo. Las claves son: reducir el consumo de grasas y sal y aumentar el contenido en proteínas, que sacian más y no contienen tantas calorías. También se debe recurrir a las verduras, frutas y alimentos con fibra, grandes aliados que favorecen el tránsito intestinal.

 

A los 20, a los 30, a los 40, a los 50….

El ejercicio físico, practicado de forma regular, es beneficioso en cualquier década. Además de ayudarnos a mantener el peso ideal, mejora nuestro bienestar y previene enfermedades futuras. Así que, sea cual sea tu edad, ¡actívate!